Sumeria (Sumer, Shumer o Shinar) (escrito en cuneiforme KI.EN.GI) es una región histórica del Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo. La procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta y existen numerosas hipótesis: la más aceptada hoy en día es la que argumenta que no hubo una ruptura cultural con el período de Uruk y que por lo tanto no tuvieron que ver factores externos, como podían ser invasiones o migraciones de otros territorios lejanos.
El término "sumerio" también se aplica a todos los hablantes de la lengua sumeria. En la lengua sumeria esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, la «tierra de Súmer» (Senaar).
El término "Sumerio" es el nombre común dado a los antiguos habitantes del sur de la Mesopotamia por sus sucesores, los semitas Acadios. Los sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa literalmente "El pueblo de cabezas negras". La palabra Acadiana Shumer puede representar este nombre en el dialecto, pero se desconoce por qué los Acadios llamaron Shumeru a las tierras del sur. Algunas palabras como la bíblica Shinar, la egipcia Sngr, o la Hitita Šanhar(a) pueden haber sido variantes de Šumer. De acuerdo al historiador babilonio Beroso, los sumerios fueron "extranjeros de caras negras".
INTRODUCCIÓN
Los sumerios habitaban la región sur de la cuenca del Tigris y el Eúfrates -en la actual Iraq- Su lengua se escribía sobre tablillas de cera en carácteres cuneiformes, un sistema complicado que constaba de signos para las palabras, sílabas y vocales. Considerando su base lingüística, no guardan relación alguna con otro idioma conocido.
Los inicios de la civilización sumeria se remontan al cuarto milenio, cuando aparecieron las primeras ciudades con arquitectura monumental de ladrillos de adoba. Su base económica era agrícola y ganadera. La unidad política característica era la ciudad, con su entorno cultivable.Durante la segunda mitad del tercer milenio tuvieron lugar una serie de intentos de unificar el país e imponer un control político y administrativo central.
El estado sumerio más próspero fue el gobernado por la tercera dinastía de Ur (2113-2004 a.C) En el siglo XVIII a.C grupos de habla semítica, conocidos como armoritas, constituyen un nuevo estado, Babilonia, la lengua sumeria dejó de hablarse aunque el sumerio escrito continuó usándose para fines religiosos durante otros mil años.
MITOS SUMERIOS.
La mayoría de los mitos sumerios se conoce a partir de la tablillas de escritura cuneiforme que datan de comiennzos del segundo milenio a.C, aunque algunas de ellas se remontan hasta 700 años antes, las tablillas fueron descubiertas entre los restos de los archivos de templos, y casi todos los mitos presentan a las deidades veneradas en dichos santuarios. Aun no hay acuerdo entre su intención: se trata de elementos de narraciones populares, algunos pasajes parecen referinser a formas de culto, mientras que otros contienen diálogos que tal vez fuesen recitados en algunos festejos. El trasfondo general de los textos muestra un estado burocrático, urbano y centralizado -el Imperio Sumerio de la Tercera dinastía de Ur- que impuso el control sobre las unidades políticas más pequeñas con caracter de ciudades estado. La reconstrucción y la traducción de los mitos sumerios están plagadas de dificultades, las tablillas se conservan en estado fragmentario y se han perdido pasajes cruciales, además el conocimiento lingüístico de aquel idioma todavía es incipiente y no hay consenso en la relativo a la gramática del sumerio. Por ello, todas las traducciones son un tanto menos visionales y muchas antiguas versiones, presentan pocas garantías, igualmente, las interpretaciones sobre el significado, la función e incluso el contezto de composiciones individuales son subjetivas y quedan rápidamente reemplazadas por otras.
Enki y Ninmah: Cuando fue creado el mundo y nacieron las primeras generaciones de dioses, cada deidad cumplía una tarea en la labor del mantenimiento del país, especialmente en lo relativo a la irrigación; algunos dioses eran portadores de cestos y otros actuaban como supervisores. La dura labor daba lugar a quejas y demandas, que Enki, en su sabiduría, siempre solucionaba de forma óptima. Un día su madre Nammu, lo despierta de su sueño en las profundidades acuáticas, conocidas como el Apsu, y le cuenta su plan de crear a los seres humanos. Él delaga la tarea a Nammu, indicándole que los forme con arcilla fértil del Apsu. Otra diosa, Ninmah, le presta ayuda en esta tarea y le impone a la humanidad el sino del trabajo duro. Cuando los dioses están festejando en honor de a sabiduría de Enki, éste y Ninmah, se exceden bebiendo cerveza y se incia una competición en la que un dios crea determinados seres y el otro tiene que encontrarles un destino apropiado o una función social concreta. Ninmah forma seis criaturas que presentan algún defecto físico, tres de ellas sufren malformaciones genitales, pero Enki, los nombra sacerdotes u oficiales. Cuando le corresponde a Enki crear criaturas, el texto se vuelve ininteligible, pero un segundo ser resulta inviable, incapaz de mantenerse sentado, caminar o estar de pie por sí solo. Enfurecida, Ninmah maldice a Enki y lo condena a permanecer para siempre en el Apsu, la desventurada criatura, que quizá deba entenderse como un niño pequeño, tiene que yacer en el regazo de la diosa.
Enki
Es el hijo del dios celeste An, su madre es Nammu, diosa del agua y de la creación, vive en el Apsu, las profundidades acuáticas del interior de la tierra, fuente de toda fertilidad y de vida orgánica. Como en Mesopotamia el agua también revestía una importante función mágica, se invocaba a Enki en conjuros mágicos y en rituales, y por tanto era considerado com un sabio entre los dioses, a quien se le consultaba para solucionar las cuestiones difíciles. Por otra parte, su apetito sexual y su debilidad por la bebida dan cuenta de la inperfección de la vida sobre la tierra. No se trata de un dios bélico; la mayoría de sus antagonistas son varias diosas, la más notable Inanna, que lo engaña para que ceda prerrogativas y poderes divinos.
Inanna
Diosa sumeria con una compleja personalidad mitológica, resultado quizá del sicretismo entre una deida sumeria local relacionada con Uruk y la deidad semioccidental de la estrella Venus, Ishtar, introducida por la dinastia Acadia, regente a mediados del Segundo milenio a.C. A la primera se la tenía`por hija del dios supremo del cielo, An; a la segunda, por hija del dios de la luna, Nannar. La naturaleza dual del planeta venus quedó plasmada en esta deidad andrógina, y ello da cuenta de la relación de Inanna con el arte de la guerra, la agresión y el afán de poder, así como con el parto y la atracción erótica. Los mitos subrayan la naturaleza irascible de Inanna y las consecuencias funestas de su cólera y su conducta sexual.
Enki en Dilmun
Dilmun aparece como un lugar con potencial, pero que aun no funciona ópticamente ante la carencia de agua dulce. La diosa madre se lamenta de este estado de cosas ante el dios del agua Enki, que produce ríos y canales. Los campos ya están preparados para producir grano, y las canalizaciones permiten que se establezca un comercio rentable. A continuación Enki copula con una diosa en los terrenos pantanosos de las afueras de la ciudad. Ella concibe de inmediato y tras un embarazo de nueve dúas, alumbra a otra diosa, que a su vez es inseminada por Enki. Ello ocurre repetidas veces, hasta que Ninhursaga interviene y la advierte a la muchacha núbil Uttu que evite las insinuaciones de Enki cuando le pide fruta y verdura, que él produce anegando las zonas áridas que rodean a la ciudad. Cuando Enki llega cargado de pepinos y manzanas, Uttu le permite entrar en su hogar y los dos se abrazan. Ninhursaga retira el esperma de la matriz de Uttu para crear ocho plantas. Enki siente apetito por esas plantas y come tan pronto como crecen, lo cual enfurece tanto a Ninhursaga que lanza una maldición sobre Enki: enfermerá ocho partes del cuerpo. Estando a punto de morir, éste será salvado gracias a un zorro que convence a la diosa para que le devuelva a Enki la salud. ésta lo toma en su regazo y da a luz a ocho seres divinos, uno por cada parte enferma.
MITOS DE NINURTA. El regreso de Ninurta a Nippur. Este relato empieza con alabanzas por las victorias de Ninurta en el campo de batalla. Sim emabargo, cuando rehresa a Nippur, cargado con el botín de guerra y acompañado de un enorme séquito, su marcha triunfal pone en peligro la estabilidad del país. Es convencido por el visir de Enlil, Nusku, para que modere su avance y aunque lo retarda un poco, la asamblea de dioses se siente abrumada por sus trofeos.
Ninurta y las tablas del destino. , Las tablas del destino fueron robadas del cielo por el ave augur Anzu. El Aguilucho se amenta ante Ninurta -responsable de ellas- de haberlas dejado caer en el abismo acuático -el Apsu-. Cuando se dirigen al lugar para convencer al dios Enki de devuelva las tablas del destino, Enki se niega. Por despecho Ninurta implica al visir de Enki. En venganza Enki, ingenia una tortuga gigante que ataca al joven dios mordiéndole en los dedos de los pies. Ninurta se defiende, pero Enki excava un hoyo en el caen él y su atacante. Solo las súplicas de la madre de Ninurta, Ninlil convencen a Enki para que lo libere.
TEMAS
Las obras teológicas sumerias -himnos, plegarias, conjuros- y los mitos existentes reflejan la emergencia de un orden cósmico coherente, representado por varias deidades, cada una de las cuales desempeñará un papel esencial en la consecución de la armonía celeste y terrenal. Ello ocurre en paralelo con el ascenso al poder de la Tercera Dinastía de Ur, que supuso que las ciudades sumerias, hasta entonces independientes, quedaran integradas en un solo cuerpo político, gobernado por reyes que asumieron una condición casi divina. La creación y mantenimiento de dicho orden (Enmesh y Enten, Lahar y Ashnan) y su protección contra las fuerzas del caos o pretensiones rivales son un asunto característica de la mitolología sumeria - El descenso de Inanna al Inframundo, los mitos de Ninurta- Varios mitos de origen proponen relatos eriológicos de instituciones sumerias, prácticas y rituales -Enki y Ninmah, Enlil y Ninlil- Sin embargo, los mitos más celébres funcionan a varios niveles simultaneamente: pueden reflejar la transformación sociopolitica de una sociedad burocrática y jerárquica y proyectan la imagen de un universo bien regido; al mismo tiempo, apelan a problemas humanos generales y a las ambiguedades de la vida y la muerte en un contexto histórico concreto. Asimismo, el estilo y los artificios poéticos de los mitos sumerios abarcan desde la solemnidad litúrgica y las letanías hasta diálogos obscenos o los sentimientos líricos, muchas veces, en un mismo texto -Enki y Dilmun-
Descenso de Inanna al inframundo.
Inanna, reina del Cielo y de la tierra decide bajar al inframundo. Consciente del peligro que implica dicha empresa, incluso para una diosa tan poderosa como ella, prevé todas las posibles contingencias. No solo se coloca todas sus insignias reales y sus amuletos mágicos, sino que da instrucciones a su visir, Ninshubur, sobre cómo actuar en una situación tan crítica. A las puertas del inframundo, Inanna pide ser recibida para organizar el funeral de su cuñado. Cuando el vigilante de la puerta pone en conocimiento a su señora Ereshkigal, hermana de Inanna y diosa del inframundo esta petición, ésta entra en cólera y dispone que cierren con llave las siete puertas. Junto a cada una de estas puertas Inanna tiene que despojarse de sus insignias reales. Desnuda e indefensa, campadecer ante Ereshkigal y sus intentos desesparedos de apoderarse del trono quedan rápidamente frustados. Los jueces del infamundo, reunidos en asamblea, la condenan a muerte y su cuerpo colgará de un gran gancho sujeto a una pared. Cuando, pasado el tiempo convenido Inanna no regresa, Ninshubur sigue al pie de la letra sus instrucciones. Empieza a hacer lamentaciones y apela a otros dioses para que ayuden a librar a Inanna. Tanto Enlil como Nannar se niegan a ello, alegando que la ambición incontenible le han llevado a la situación en la que Inanna se halla. Solo Enki está dispuesto a ayudar. De la mugre de sus uñas formas dos seres- sus nombres reflejan los de oficiantes de cultos o travestidos relacionados con los rituales de Inanna- Consiguen ser recibidos en el inframundo por Ereshkigal figiendo sentir consideración por sus sufrimientos. Adulada por tales tentaciones, Ereshkigal ofrece una recompesa e, instruidos por Enki, piden el cuerpo de Inanna, que rocían con el agua de la Vida que les dio Enki. Nos obstante, los jueces del inframundo exigen que ella aporte a alguien que la pueda suplir. Una hueste de demonios le acompoña en su camino de regreso, al tiempo que se detiene junta a cada puerta para ponerse de nuevo sus insignias. Al salir del inframundo, se encuentra a Ninshubur. Cuando los demonios intentan retenerla, Inanna se niega y permiten que éstos se lleven a otros dioses de Uruk que habían guardado duelo por ella. Pero al ver a su esposo Dumuzi ataviado con ropas suntuosas, sobre un espléndido trono, lo señala y afirma que él es el que debe de morir en su lugar, en castigo de su deslealtad. Al final la hermana de Dumuzi, Geshtinanna, comparte su destino de manera que cada uno de ellos pasará medio año en el inframundo y el otro medio en la tierra.
Dumuzi
Dios sumerio relacionada con las tierras baldías colindantes con las zonas cultivadas; tambien es conocido como el "Pastor" Es amante y espose de Inanna, elegido por ésta cuando el "Agricultor" y él compiten por obtener su mano. Mientras que algunos textos poéticos celebran su matrimonio, otros se centran en su muerte temprana y en sus vanos intentos de escapar a su hado. El amor de su hermana Geshtiananna le permite liberarse temporalmente del inframundo. En "El descenso de Inanna al inframundo" tendrá que ocupar el lugar de ésta entre los muertos; en otros textos no se me menciona causa directa de su muerte: es solo un hada de "dios de la muerte" -propio de alguien que se mueve cíclicamente entre la tierra y el inframundo-.
Enmesh y Enten (Verano e invierno)
Cuando el dios Enlil concibe la idea de poblar la tierra con plantas y animales, crea a dos hermanos, Enmesh y Enten, para que lleven a buen término su obra. Enten estará al cargo de los animales: "Haciendo que la oveja pueda parir al cordero, la cabra al cabrito y haciendo que se multipliquen la vaca y la ternera" Puebla la tierra con monos salvajes, ovejas y cabras, llena el cielo de aves y los ríos de peces. Planta palmeras, árboles frutales y dispone jardines. Enmesh asume su tarea a partir de ahí, y fundo ciudades con hogares y "templos altos como montañas" Una vez cumplidos estos menesteres, los hermanos se dirigen a Enlil y le presentan algunos regalos que simbolizan sus logros. Enmesh le lleva animales domésticos, salvajes y plantas; Enten le ofrece piedras y metales preciosos, árboles y peces. Pero empiezan a discutir quien de los dos tiene más mérito y piden a Enlil que decida. El gran dios declara que Enten, que tiene a su cargo la cuestión del riego, base de la agricultura sumeria, puede llamarse con toda justicia "agricultor de los dioses". Los hermanos acatan el juicio, Enmesh se arrodilla Enten, cruzan regalos y hacen libaciones en honor a Enlil.
DIOSES SUMERIOS
Ya en el tercer milenio a.C se llevaron a cabo intentos de catalogar a los numerosos dioses locales y ordenarlos según su rango. Estas listas de deidades están encabezadas invariablemente por el dios celesta An. Las deidades más importantes eran las de los principales santuarios como Enlil de Nippur, Enki de Eridu e Inanna de Uruk. Deidades astrales eran Uttu, del sol, Nannar, de la luna e Inanna de venus. Las deidades femeninas, a menudo dioss titulares de las ciudades, como Baba de Lagash, Nammu de Eidu y Ninhursaga de kesh, eran diosas madre mientras que otras revestían funciones específicas. Nisaba era la patrona de los ecribas; Nanshe diosa de los peces y de la magia; Ninshina diosa de la salud. Se creía que los dioses residin en las propiedades de los templos y estabn representados por sus imágenes y estatuas, el hogar divino constaba del dios y su esposa, sus hijos y varios servientes. En el Penteón también se incluían demonios y espíritus malignos descendientes de An y en cierta medida expuepuestos a los conjuros mágicos y los rituales de desierto.
Enlil y Ninurta.
Hijo del dios supremo An, Enlil es el líder de los dioses y otorga la realiza, revista características del dios atmosférico, cuyas lluvias aseguran buenas cosechas aunque su temperamento impredecible lo lleva a lanzar plagas y diluvios sobre la tierra. Siendo en origen una deidad agrícola y de la lluvia, Ninurta se convirtió en un dios joven relacionada con las violentas tormentas y el valor marcial. En un texto mitológico conocido como "Dios espléndido de la tormenta" Ninurta vence a un demonio y a continuación construye un gigantesco dique de piedra para impedir que las aguas del río Tigris fluyan en dirección al este, en el extremo de los territorios de su enemigo muerto.
Mitos de Gilgamesh Gilgamesh y el país de los vivos.
Acompañado de su sirviente Enkidu, Gilgamesh se aventura al país de los vivos consagrado a la deidad Enlil y protegido por el poderoso demonio Huwawa. Cuando llegan a su destino, empiezan a talar árboles, a pesar de los terribles rayos de esplendor divino que emite Huwawa. Consiguen capturar al demonio y aunque Gilgamesh está dispuesto en principio en respetarle la vida, al final le corta la cabeza que le presentan a Enlil en su santuario de Nippur. Enfurecido, Enlil convierte los siete rayos de esplendor en agentes de venganza que han de perseguir a Gilgamesh y a su acompañante.
Gilgamesh, Enkidu en el inframundo.
El relato empieza con Inanna cultivando un árbol de Huluppu, a orillas del Eúfrates, como el viento sur azota sus ramas, lo traslada al santuario de Uruk, donde le dispensa muchos ciudadanos para porder hacer de su madera una cama y una silla. Cuan el árbol crece lo suficiente, ella descubre que es incapaz de talarlo, porque está habitado por tres criaturas demoniacas: una serpiente entre las raices, un ave rapaz en la copa y un demonio femenino en el tronco. Gilgamesh se presta a ayudarla y con su poderosa hachas abete el árbol y mata a la serpiente, aunque el demonio y el ave consiguen escapar volando. Además del mobiliario, Inanna construye dos objetos con la madera del árbol, que representa a Gilgamesh como recompensa, pero por alguna razón caen al inframundo. Su sirviente Enkidu se muestra dispuestos a recuperarlos. Gilgamesh le da instrucciones precisas sobre cómo comportarse en el lugar donde todas las pautas de conducta normal están invertidas. Enkidu desciende al inframundo, pronto olvida las advertencias e infringe todos los tabúes. Valiéndose de la mediación de la deidad Enki, Gilgamesh convoca al espíritu de Enkidu a través de un orificio en la tierra; le explica las condiciones del país de los difuntos, donde alguién con tres hijos tiene agua para beber, otro con siete hijos se encuentra cerca de los dioses, pero aquellos cuyos cuerpos no han recibido sepultura están destinados a errar enternamente sin reposo.
Enlil y Ninlil.
Encuadrado en la ciudad de Nippur,e l mito describe el noviazgo de Enlil y Ninlil y el nacimiento de tres dioses del inframundo. Ninlil es una muchacha que es seducida por Enlil cuando va a bañarse a un canal, pese a que su madre le advierte que se cuide de Enlil, porque acabará abandonándola. Cuando Enlil es desterrado de Nippur por haber fecundado ilícitamente a Ninlil, ésta lo sigue al destierro. Aunque el dios asume la desgracia, ella no está decepcionada y vuelve a dormir con él y conciben cada vez una nueva criatura. El pasaje final elogia a la madre Ninlil y al padre Enlil.
Lahar y Ashnan -ganado vacuno y grano-
Al principio, An creó a los dioses Annunanki. Sin embargo, como el mundo aun no estaba organizado completamente, tenían que pacer hierba, como las ovejas y beber agua de una acequia. Más tarde fueron creados Lahar, diosa del ganado vacuno y Ashnan, diosa del grano, que produjeron más comida, en especial, leche y todo mejoró para los dioses. Sin embargo los Annunanki todavía no estaban satisfechos. Entonces Enlil, advertido por Enki, decide enviar a las diosas a la tierra. Erigen rediles para Lahar y obsequian a Ashnan con un arado y un yugo. De ese modo llegan a la tierra de la agricultura y la labranza con animales. La humanidad "destinada a prestar servicio a los dioses" no puede proporcionarles sustento abundante y adecuado; pero las dos diosas empiezan a reñir, desdeñando la cada una la contribución de la otra y elogiando únicamente sus propios logros. Enki y Enlil intervienen y Ashnan es declarada vencedora.
Enciclopedia de mitología universal de Arthur Cotterel, editorial Parragon Wikipedia.com
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