El médico estadounidense ha creado un método para mejorar el
ADN . El doctor Todd Ovokaitys se ha convertido en una autoridad mundial en las áreas de rejuvenecimiento del ADN, inmunología y tratamiento del cáncer y del sida a raíz de su trabajo con un revolucionario sistema basado en la tecnología láser. Se graduó en la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) y se especializó en Medicina interna, Medicina pulmonar y cuidados intensivos en el hospital de la Universidad de Georgetown (EE. UU.). Ostenta un cargo en la Universidad del Estado de Louisiana (EE.UU.) y ha sido invitado por la Universidad de California en San Diego (EE. UU.) a desarrollar investigaciones en los campos de la inmunología, el estudio de las células madre y el cáncer cerebral. Además, Todd Ovokaitys dirige estudios clínicos con pacientes de sida en Sudáfrica y Kenia con resultados muy prometedores, que ofrecen esperanza de una vida mejor para millones de personas. Recientemente ha impartido una ponencia en Madrid en el marco de un evento internacional de la organización Kryon. En esta entrevista nos habla de sus experiencias trascendentales con la práctica de la meditación, así como de los beneficios de consumir productos Gematria, que ayudan a mantener la salud y a retrasar el envejecimiento al estar fortalecidos con el revolucionario sistema láser de resonancia fotoacústica creado a partir de las investigaciones del Doctor Todd, como cordialmente lo llama todo el mundo.
ÁCIDOS NUCLEICOS ¿Cuándo nació su interés por la medicina complementaria? Surgió al comienzo de mis estudios universitarios, justamente en la época en la que empezó a popularizarse. Me di cuenta entonces de que el cuerpo puede mantenerse sin fármacos de forma natural y con un mínimo de efectos secundarios incluso presentando ciertas infecciones. Es fundamental reforzar el sistema inmunitario con nutrientes adecuados para que el cuerpo se recupere rápidamente.
¿Se muestra esperanzado sobre su expansión en un mundo en el que las multinacionales farmacéuticas son tan poderosas? Creo que el futuro de la medicina, y me refiero en concreto al futuro de los nutrientes, se desarrollará desde el punto de vista del metabolismo individual, es decir, teniendo en cuenta el perfil químico único de cada persona. Se crearán programas individuales que ayudarán a que cada ser humano obtenga un equilibrio químico óptimo. Creo que los fármacos seguirán utilizándose, pero que se prescribirán en dosis mucho más pequeñas a medida que el cuerpo tenga un mayor equilibrio metabólico, nutricional y fisiológico.
¿Por qué es esencial que incluyamos ácidos nucleicos en nuestra dieta? ¿Acaso no obtenemos los suficientes con nuestra ingesta diaria de alimentos? No, en absoluto. Durante mucho tiempo los investigadores del campo de la nutrición insistieron en que los ácidos nucleicos no eran esenciales porque podían ser creados a partir de sustancias sencillas como los aminoácidos, por ejemplo. Creían que el cuerpo elaboraba lo que necesitaba utilizando compuestos simples para producir otros más complejos. Las investigaciones más recientes apuntan a que existen una serie de condicionamientos a la hora de producir los ácidos nucleicos que precisa el organismo para autorregenerarse. El tejido intestinal se regenera semanalmente, las células sanguíneas lo hacen en pocos días, etc., pero hay factores como la edad y el estrés que influyen en este proceso y que pueden llegar a impedirlo. En numerosos estudios se ha comprobado que los ácidos nucleicos fortalecen el sistema inmunitario, sobre todo en lo relativo a la protección contra los virus y el cáncer, pero también en lo que respecta a la pérdida de memoria e incluso a la demencia
¿Qué propone para mejorar la autorregeneración celular? Uno de los aspectos más importantes de los ácidos nucleicos desde un punto de vista terapéutico es que se pueden incorporar mediante ingesta para complementar las necesidades del cuerpo. Hemos hecho experimentos que prueban que los animales que viven en condiciones de estrés extremo mejoran notablemente si su asimilación de ácidos nucleicos es idónea. Cuanto mayores sean el estrés y las deficiencias en el funcionamiento del sistema inmunitario mayor será la necesidad de ingerir dichos ácidos. Además, hay elementos energéticos que van más allá. Por eso hemos desarrollado un tipo de alimentos denominado Cell-Food cuyo efecto más destacable es una asimilación casi perfecta, ya que la célula reconoce la molécula como un elemento idéntico a la que segrega el propio cuerpo de forma natural. Hay una diferencia significativa con los complementos clásicos: que a menudo se desperdicia entre un 80% y un 90% de los principios activos de estos.