Un mago –un          mago blanco–, sea cual sea su evolución, debe atenerse siempre a las          siguientes condiciones: primero, debe poseer una integración perfecta de          sus vehículos de manifestación, conocemos solamente el cuerpo físico, el          cuerpo astral y el cuerpo mental, pero hay otros cuatro cuerpos que          desconocemos, o al menos no los podemos expresar          todavía.
  Y el mago –el aprendiz de          mago– tiene que trabajar en el sentido de liberarse del sentimiento de          separatividad; la separatividad entraña siempre el egoísmo, el yo que          absorbe todas las energías del Espacio para su propio sustento sin          pensar en los demás.
  Hay que tener en cuenta          también aquello que podríamos denominar las características inferiores          del hombre latentes en la sustancia, y que presiden el aislamiento de un          hombre con respecto a otro, el egoísmo de la materia, que es el egoísmo          de la forma geométrica, dense cuenta.
  Y finalmente, el orgullo y          la ambición, que no conoce fronteras y que incluso ha penetrado en la          vida de los iniciados, constituyendo aquella condición que le impide          percibir correctamente lo que es la Ley, lo que es el Orden, lo que es          el Principio, lo que es el Espacio, más allá del concepto que tenemos de          la Divinidad, ¿se dan cuenta?, si para nosotros la Divinidad es          inexpresable, ¿qué será el Espacio que contiene todas las Divinidades?          ¿Se dan cuenta el problema que enfrenta el mago cuando tiene que          trabajar realmente, de acuerdo con la Ley, de acuerdo con el Orden y de          acuerdo con la Creación?
  La separatividad          corresponde siempre a la adherencia de nuestro Yo a sus vehículos de          expresión, y esto lo sabemos porque desde que hemos empezado nuestro          recorrido esotérico se nos han indicado las reglas, los principios y el          orden que debemos seguir para convertir nuestra vida en creativa, en          realmente espiritual, son las condiciones que se aprenden en no importa          qué ashram de la Jerarquía.
  Pero, ¿qué nos enseña la          magia? Ya desde un buen momento, algo que ya se sabe de la abstracción          de decir: "hay que purificar los cuerpos", o hay que controlarlos, hay          que dirigirlos, hay que convenientemente integrarlos, sino que te dice          muy concretamente: "cada uno de tus cuerpos es una entidad", una entidad          que debe reflejar la entidad Espacio, la entidad Monádica, la entidad          Egoica y la entidad Personal, y entonces aquí ya empieza un nuevo          descubrimiento para el esoterista, para el discípulo entrenado, y es la          manera de trabajar sobre sus tres elementales, sus tres cuerpos, para          llegar a un punto de síntesis espiritual que le permita establecer la          línea directa de comunicación entre su pequeña personalidad en los tres          mundos y la propia Mónada espiritual.
  El proceso entonces se hace          cada vez más científico, porque no tratamos con algo abstracto, el          cuerpo, ¡sí, el cuerpo!, ¿cómo es el cuerpo? Hablamos de aquella          condición mediante la cual reconocemos que cada cuerpo tiene su propia          conciencia, una conciencia propia que le es inherente, que todo su poder          está en la atracción que siente por aquel centro molecular, espacial, o          geométrico del cual depende, porque en nuestro caso, la Mónada se          refleja en la mente, el Ego se refleja en el cuerpo emocional, y la          forma geométrica se refleja en el cuerpo físico. 
  Todos tenemos          una forma geométrica, ¿verdad?, y esta forma geométrica está          estructurada, está formada por elementos moleculares, y cada una de las          moléculas de esos conjuntos atómicos tienen también su propia          conciencia, y la totalidad de las conciencias integrantes de los cuerpos          constituyen aquello que llamamos "mi cuerpo", mi cuerpo físico, mi          cuerpo astral, mi cuerpo mental, en un sentido de propiedad que es          negativo, que no es verdadero, este sentido es falso, es algo          completamente aparte de nosotros, es algo con lo cual nos han revestido          –como conciencia– y que nosotros tenemos el deber sagrado de llevar a un          punto de redención. 
  La redención constituye el desafío del          discípulo, la redención del cuerpo físico, la redención del cuerpo          astral y la redención del cuerpo mental, porque, realmente, lo mismo que          hace el Logos con nosotros debemos hacer nosotros con las infinitas          vidas atómicas que constituyen nuestros cuerpos, porque no solamente es          molecular o atómico el cuerpo físico, mediante el cual todavía tenemos          que reconocernos, sino que el cuerpo astral, el cuerpo mental e incluso          los cuerpos superiores, el búdico, el átmico, el monádico y el ádico,          son moleculares. 
  Ahora bien, ¿qué es lo que define un plano de          otro? La sutilidad, el desarrollo de la conciencia de aquel Arcángel que          constituye la vida de un plano, el cual a su vez representa una de las          virtudes del Logos Solar, y lo que pasa entre el Logos Solar y sus          planos sucede con los Logos Planetarios a través de sus componentes o          sus esferas de expresión, y lo mismo sucede con los hombres, pero los          seres humanos actualmente solamente tienen una conciencia, una          autoconciencia desarrollada que es el cuerpo físico, recién ahora          empezamos a tener autoconciencia astral, la autoconciencia mental          prácticamente es desconocida, de ahí que no tenemos continuidad de          conciencia, que una vez que estamos sumidos en el sueño ya se ha perdido          toda relación entre lo exterior y el cerebro, hay una zona de nadie que          solamente queda llena por los sueños. 
  ¿Y los sueños qué son? Los          sueños en realidad son las ataduras de la conciencia sobre el pasado          ancestral, me refiero naturalmente a los sueños corrientes, no hablamos          de la conciencia del iniciado, ni tampoco de la conciencia reiterativa o          meditativa de los grandes discípulos, me refiero a tal como somos ahora          en realidad, un conjunto de moléculas organizadas de acuerdo con la ley          mágica de creación, sin un poder aglutinante que sea capaz de          integrarlos. 
  Entonces, no podemos ser magos, no podemos          comprender el Espacio si no comprendemos primero esta triple relación          que existen entre los cuerpos en virtud de las leyes de la evolución, si          no comprendemos exacta y profundamente que nuestra mente es incapaz de          taladrar este misterio y, finalmente, que somos inermes completamente          ante la adversidad, la adversidad que puede revestir cualquier extraño          propósito kármico, pero que no podemos controlar. 
  Se nos dice          que la astrología nos da la ciencia del futuro, yo digo que no es          cierto, al menos, será la ciencia del futuro para las personas          involucionadas, pero para nosotros, con ciertas dotes mentales          establecidos por el estudio, por el trabajo, por la meditación, la          astrología falla por completo, a menos que el astrólogo tenga intuición,          que no se deje llevar solamente por lo que está escrito en el mapa          astrológico, sino que sepa interpretar a la persona en sí, lo cual nos          lleva a la conclusión de que aún sin mapas astrológicos el iniciado          puede comprender el futuro de cualquier ser humano e incluso conocer su          pasado viendo su reflejo en el presente, es decir, aquello que llamamos          el aspecto lunar sobre la persona, sobre lo que es en el sentido de          cuerpos. 
  Si hablásemos en términos de conciencia seria otra          cosa, porque como Uds. saben, en astrología convencional, el aspecto          personal regido por las estrellas es la expresión kármica o del destino          del individuo, pero la evolución trasciende la astrología y "los astros          inclinan pero no obligan", lo cual significa que se ha ganado un          círculo-no-se-pasa mayor dentro de las inconmensurables oquedades del          Espacio. Lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos está marcado en          los cielos, pero se refiere solamente al aspecto kármico de los cuerpos,          pero si hablamos en términos de espíritu o si hablamos en términos de Yo          espiritual o egoico, falla por completo, porque la integración en un          individuo puede significar la integración del pasado, del presente y del          futuro, porque todos tenemos un pasado, y este pasado se refleja en el          presente, y al propio tiempo estamos cimentando la base de lo que será          el futuro, y  eso está          marcado, pero, ¿qué sucede con las personas integradas, con los magos          que todos somos en potencia, sino el poder que traslada la conciencia a          puntos inverosímiles de comprensión y de plenitud? 
  Naturalmente,          se puede pensar que al hablar de la magia, de los aspectos técnicos de          la magia, de las condiciones que rigen la actitud del mago, o de todas          aquellas condiciones inscriptas dentro del destino de cualquier ser          humano, están marcadas en el cerebro, en la mente de los grandes          instructores de la raza y que, por lo tanto, nos comunican la fuerza del          Espacio a nuestros cuerpos temporales.          
  Entonces, un          mago blanco –porque nada tenemos que saber, o de creer, o de coincidir          con lo que es la magia negra– está dentro de estos limites no          condicionantes, sino cada vez más amplios que nos permiten vivir de          acuerdo con las leyes sacrosantas de aquella entidad que ha facilitado          todo cuanto existe y que está removiendo constantemente los éteres con          nuevas creaciones, porque para el Espacio el tiempo no existe; el tiempo          existe para los seres humanos, pero a partir de cierta conciencia          integrada del ser humano aquí en la Tierra, el tiempo deja de tener una          importancia capital, al menos el tiempo psicológico, porque el tiempo          cronológico es otro, es muy distinto del aspecto psicológico, nos          sentimos llevados de aquí para allá por la fuerza del destino, y este          destino no es un destino personal, irreversible o que sea único, sino          que este destino incluso vale para los Logos, vale para los Dioses,          porque cuando se inicia un universo lo que hace un Logos, un centro          creador, es poner atención sobre un punto determinado del Espacio, crea          un vacío, se mete dentro, y empieza el trabajo creador, es el trabajo          atómico de cavar agujeros en el éter. 
  Ésta es una idea muy          difícil de comprender si no se tiene intuición, porque hacemos esto y no          encontramos nada, pero desde ciertos niveles esto es espeso, y un átomo          es un agujero dentro de esto tan espeso que no podemos concebir, de ahí          que el mago debe conocer estas condiciones del Espacio, porque debe          operar sobre las fuerzas vivas del Espacio, debe crear unas condiciones          vivas de potencia, de alertitud, de vida serena. 
  Es así como se          va forjando el mago, él tiene una conciencia estructurada de acuerdo con          la ley, posee los cuerpos dimensionales, los cuerpos moleculares o          intermoleculares, y el cuerpo geométrico completamente integrados, lo          cual significa que está trabajando junto con los tres elementales que          construyen sus cuerpos, les da su vida y ellos responden a esta vida, y          todo cuanto sucede en la humanidad, el separativismo, las guerras, los          desastres, solamente pueden ser medidos en su causa por la separatividad          de los vehículos entre sí, que no hay integración en la humanidad es          evidente, de ahí la apertura de los grandes bloques que están luchando          entre sí, y los bloques intermedios que están adheridos de una u otra          manera con los grandes bloques, de manera que siempre estamos luchando          porque no hay integración. Entonces, el rigor astrológico cae sobre el          mundo como una maldición, es el Apocalipsis con visos de realidad,          porque realmente hemos creado las condiciones para que esto se          complemente en la acción y nos impida percibir la realidad. 
  Es          decir, todo esto se lo digo a ustedes porque el Espacio que es          donde ha de trabajar el mago es imposible de describir e incluso          imposible de intuir, no se puede utilizar la mente en el Espacio, porque          el Espacio es la suma total de todas las mentes, es la suma total de          todos los espíritus, de todos los Egos y de todas las formas geométricas          de no importa que tipo de universo. 
  Por lo tanto, ateniéndonos a          esto vamos a ver qué podemos hacer. ¿Qué hace un Logos con el Espacio?          Hablamos en un sentido de magia operativa o de magia práctica o de          magia organizada. El vacío que el Logos introduce          -fíjense lo difícil que es expresar esto- dentro del Espacio y que será          donde tendrá que realizar su creación es en realidad una cruz, una cruz          marcada por los Señores del Karma ultracósmico, los cuales partiendo del          centro de la atención del Logos dentro de aquel vacío creado, están          creando el círculo-no-se-pasa del universo que utilizará aquel Logos, y          estos Señores del Karma que han creado la cruz dentro de aquel vacío son          los que marcarán el sentido geográfico y geométrico de toda la creación          logoica, los  que utilizarán          los cuatro puntos cardinales de aquel vacío para introducir dentro del          mismo a todas aquellas entidades logoicas, aquellas entidades egoicas, y          todas las formas moleculares y geométricas que necesita aquel Logos para          expresarse. 
  Partimos de la base que existe también un destino          astrológico para los Logos, está más allá de nuestro entendimiento, pero          existe, es una ley de la comprensión de la magia          organizada en nuestro planeta, porque estamos viviendo unas          eras trascendentes. Y Uds. dirán: ¿de qué nos sirve hablar de magia? Es          que somos creadores de magia, porque nosotros creamos los gobiernos,          creamos la cultura, creamos la civilización, creamos los ambientes          sociales, creamos el misterio de la muerte, porque carecemos de vida          interior y, por lo tanto, todo lo estamos creando nosotros, la muerte y          el nacimiento son las armas que utilizamos, y nunca nos quedamos en el          centro, en el centro de la vida que está más allá de la muerte y del          nacimiento, y todo esto podemos realizarlo aprendiendo a realizar estos          vacíos. 
  Y, por favor, no me pregunten qué técnica deben emplear          para introducir dentro del Espacio que nos rodea aquel vacío dentro del          cual ustedes serán señores de su propio destino, de su propio          karma, de su propia magia creativa, este es el proceso que hay que          seguir. Sin embargo, y naturalmente este vacío se logra con la          integración. 
  Cuando el cuerpo físico, el cuerpo astral y el          cuerpo mental están integrados constituyendo una esfera luminosa,          entonces aquella esfera se hace radioactiva, introduce la energía de          redención de la materia que permite el acercamiento de los mundos, los          mundos se acercan por radioactividad, o sea, por irradiación, cosa que          debemos aprender nosotros porque es la técnica mágica de la Nueva Era,          constituir puntos vibrantes y irradiantes que podamos comunicarnos aún          sin palabras con los demás, constituyendo vacíos cada vez más amplios,          unos vacíos creadores que nos harán magos.                    Porque dentro          de estos vacíos, sin darnos cuenta, invocaremos a los devas, a las          fuerzas invisibles del Espacio, mediante el cual debemos crear, pues          la energía sigue al pensamiento, y la energía que sigue          al pensamiento es la fuerza dévica de la creación, la electricidad que          nos decía el otro día el amigo Llucía. 
  Es decir, que todo es          magia, incluso la electricidad es una forma de magia, el fuego es magia,          el fuego creativo me refiero, el fuego que se infunde dentro del vacío          creador, que hace que todas las células, que todos los componentes          atómicos, y que todas las formas geométricas se hagan radioactivas.          
  Nosotros tenemos que convertir el triple cuerpo en un planeta          sagrado, y cuantos más seres humanos existan que hayan integrado sus          cuerpos de acuerdo con la redención de la materia que los componen, en          la justa medida, el Logos Planetario podrá acceder a aquellas          iniciaciones que convertirán a nuestro planeta en un planeta sagrado, no          antes, tampoco después, en el momento justo, el momento apropiado, el          momento de las grandes decisiones, el momento de la magia          organizada tal como la comprenden los grandes instructores, de          los cuales somos unos pequeños y humildes discípulos. 
  Y, a pesar          de todo, a pesar de lo abstracto que pueda parecer el comentario sobre          magia organizada hablando del Espacio, dense cuenta que          a medida que dentro de nosotros se hagan espacios cada vez más grandes,          en esta justa medida penetraremos en el designio creador del Logos, en          el designio creador a través del cual se manifiesta por medio de la          Jerarquía o de la Gran          Fraternidad, y aprender ya desde un principio a valorar los hechos          de acuerdo con la ley, no de acuerdo con nuestra pequeña voluntad, estas          pequeñas voluntades de los hombres que se oponen constantemente a la          voluntad de Dios y que, por lo tanto, nada saben del Espacio, porque el          Espacio es tan impersonal que solamente convirtiéndonos nosotros en          Espacio seremos capaces de          comprenderlo.
  (Leer o escuchar la conferencia completa en los enlaces          abajo)                     Bibliografía          relacionada:                   
 
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  Coloquios para el        Alma
                  Coloquios para el Alma es una oportunidad mensual          para conversar y compartir experiencias sobre el tema de La Serena          Expectación. Dada la importancia de este asunto en la actualidad es          que hemos decidido encontrarnos todos los primeros lunes de cada mes          durante aproximadamente 2 horas para investigar y aprender          juntos.
 
 
 
                  
  Proxima cita: lunes 3 de        septiembre de 2012
                  
  Entrar en la hora indicada en la        sala de conferencia: http://www.gvolive.com/conference,sirviendoalahumanidad Contraseña:        corazon (con minúscula y sin        acento)                 Haciendo click en el enlace y colocando la contraseña          nos introduciremos en la Sala de Conferencias de          Sirviendo a la Humanidad. Varios compañeros irán hablando y compartiendo          sus ideas y todos nosotros podemos hacer preguntas en el chat o emitir          algún comentario. Después de la mitad de la sesión si alguien desea          hablar se puede habilitar esa posibilidad. No se trata tanto de hablar          como de sintonizar las ideas fundamentales y unirnos en la comprensión.          
 
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