"La expectación serena de          la mente –tal como decía un gran Maestro de la Jerarquía – es          la avenida que conduce a la Síntesis , al Corazón". Síntesis,          según el sentido cabal del término, implica equilibrio, culminación de          esfuerzos y el logro de un definido objetivo de carácter superior. En el          caso del alma supremamente anhelante, dotada de una gran experiencia          espiritual y capacitada, por tanto, para afrontar el dilema de la propia          soledad, Síntesis adopta el carácter de una culminación iniciática, la          conquista de aquella Meta constantemente cambiante que traslada la          conciencia de plano en plano y de esfera en esfera hasta convertir el          ser humano en una entidad divina, libre –tal como místicamente se dice–          del polvo de la tierra.
Es          así como la Síntesis , convertida en sentimiento inefable de          unidad, se adueña del corazón y lo redime de la angustia de la propia          soledad, elevándole al monte Everest de la conciencia y mostrándole al          Iniciado la extensa y maravillosa panorámica del valle trascendido de          las ilusiones personales y de todos los conflictos kármicos.          [5-14/15]
Una de las particularidades del AGNI YOGA, tal como puede ser          comprendida desde el ángulo psicológico, es la capacidad de adaptación a          la sucesión de hechos y acontecimientos totalmente nuevos e inéditos que          se producen por doquier La comprensión correcta del sentido de          adaptación es realmente difícil, habida cuenta que el ser humano lo          confunde casi siempre con el de transigencia psicológica, con las          complicaciones individuales que a ello da lugar.
Hay así, por poco que lo examinemos, una gran similitud entre el          sentido de correcta adaptación y la serena expectación mental a la cual          hicimos referencia en páginas anteriores. Ambos aspectos son          complementarios, pues no puede haber una real adaptación a los hechos          sin que la mente esté muy serena y en un estado de alerta especial o de          expectación que permita enfrentar          las nuevas situaciones ambientales y sociales del mundo sin invertir las          cuestiones que intervienen en el proceso, es decir, sin que el ánimo          individual se plegue a las líneas de mínima resistencia impuestas por la          tradición o a las que perpetúan el placer que proporcionan las          conquistas materiales. No puede haber tampoco una serena expectación mental sin que el          ánimo esté flexiblemente predispuesto y extraordinariamente atento al          devenir de los hechos y las circunstancias que se producen dentro y          fuera de nosotros. De allí que las líneas supremas del AGNI YOGA pueden          ser configuradas desde tres ángulos distintos, aunque absolutamente          complementarios: 
            a.            el de la serena          expectación mental 
          b.            el de la perfecta adaptabilidad sicológica          
          c.            el de la profunda atención hacia los hechos que se          producen en el devenir de la existencia 
          Como Uds. podrán comprobar, he eludido muy intencionadamente          términos tales como "control mental", "disciplina de la conducta", o          "atención autoimpuesta". Se supone al introducirnos en las fértiles          avenidas del AGNI YOGA que muchas de tales razones fueron trascendidas          en el pasado o están en proceso de serlo en la actualidad. No les          asignaremos, por tanto, un valor fundamental a tales aspectos          psicológicos. [5-27] 
          Ahora el individuo sólo calla y observa, es decir, se sume          voluntariamente en profunda expectación y deja que sea su propio Yo          interior el verdadero artífice de la obra, quien realice el trabajo de          acuerdo con un modelo o diseño arquetípico de carácter universal...          
          Hago un énfasis          especial a esta locución "profunda expectación", dentro de la cual el          discípulo, pues discípulo ha de ser el individuo que enfrenta esta          prueba de fuego en su vida, solamente CALLA y OBSERVA, revelando estas          dos últimas palabras el secreto contenido en el AGNI YOGA.          [5-44/45]
          Quizás la mayoría          de los seres humanos sean inconscientes de este tremendo despertar          interno, pero observando a la humanidad en su conjunto desde el plano          causal se la ve afanosamente dispuesta al cambio social trascendente que          exigen los nuevos tiempos. Por efecto de ello existe un clima de          tremenda expectación mundial. La          capacidad de asombro de la Raza ante los grandes          descubrimientos técnicos y científicos y los rápidos y trascendentes          acontecimientos que tienen lugar en diversos lugares del planeta, ha          sido colmada y ya todo es considerado "como lógico, natural y          plausible", algo que no ocurría evidentemente en los tiempos pasados en          que los hechos importantes eran considerados de tanto valor que su          potente recuerdo borraba a veces la capacidad discernitiva de la mente.          Hoy los tiempos han cambiado, hay menor intensidad de recuerdo y una          mayor comprensión espiritual de los acontecimientos temporales. El valor          cualitativo de la conciencia reside ahora en la capacidad intuitiva          desarrollada por muchos seres humanos y en su habilidad técnica de          hallar explicaciones plausibles a los hechos y acontecimientos que como          un gigantesco alud se están precipitando sobre el centro de la humanidad          activando el proceso de liberación del karma. Dicho de otra manera. El          GUARDIÁN DEL UMBRAL y el ÁNGEL DE LA PRESENCIA están          sosteniendo una terrible batalla, ya que se ha llegado a un punto de          adecuada tensión en la vida de la humanidad. Y es precisamente dentro          del presente KALI YUGA, la Era más sombría del planeta y en          las horas aparentemente más difíciles que atraviesa la Raza          humana como un todo, que surgen luminosamente sobre el cenit espiritual          de la humanidad la radiante Presencia del AVATAR, de Aquel a quien todo          el mundo espera, y la formulación claramente definida del AGNI YOGA, el          Yoga del Corazón. Mirando a lo lejos, más allá de las perspectivas          corrientes de los seres humanos y tratando de no sentir los efectos de          los acontecimientos temporales, que por ser temporales son efímeros, se          perfila en el horizonte del planeta una inmensa franja iluminada que          emerge del centro de vida de la humanidad y se explaya en crecientes          espirales de luz hacia las insondables perspectivas de lo eterno. Tal es          el destino de esta Era que tenemos el privilegio de vivir y tal es          la Ley que rige el destino de los hombres y mujeres de buena          voluntad del mundo... [5-57]
          Así, lo que se espera a través del AGNI YOGA es hacer cada vez          más extensos y perceptibles aquellos períodos de plenitud y de vació          creador y convertirlos, mediante la atención profunda y la serena expectación, en experiencias          capaces de ser voluntariamente repetidas hasta llegar el momento crucial          en la vida del hombre aquí en la Tierra , en que el relámpago          de luz del principio de la vida espiritual se convierta en la propia Luz          espiritual de nuestra vida, en aquella trascendente LUZ, que ya jamás          habrá de abandonarnos. [5-59]
          Las distintas frecuencias vibratorias que mueven las energías de          los distintos planos y subplanos, tienden a centralizarse en un punto          universal de Síntesis situado en el cuarto subplano del Plano búdico y teniendo su anclaje en          el centro cardíaco del ser humano. De ahí la importancia de la serena expectación a la cual se hace tan          frecuentemente referencia en esta INTRODUCCIÓN AL AGNI YOGA. La          serena expectación, porque          contiene en su actividad la doble vertiente cósmica coincidente en el          AGNI YOGA; la primera corresponde a la actividad del corazón, el cual ha          conquistado la serenidad una vez que la conciencia se ha remontado a los          niveles abstractos de la mente. A su vez, la mente ha devenido          expectante, es decir, absoluta e íntegramente atenta al fluir de los          hechos que va registrando la conciencia inmersa en la gran aventura de          Síntesis. El resultado natural es un gran equilibrio entre la mente y el          corazón y ambos, absolutamente complementados, abren dentro de la vida          del Alma las nuevas aperturas y las nuevas dimensiones que han de          facilitarle la conquista del tiempo y la permanente expresión de los          valores eternos en el devenir de la existencia kármica...          [5-60]
          Pues bien,          insistiendo en lo dicho en otras partes de esta INTRODUCCIÓN AL AGNI          YOGA, hay un gran porcentaje de seres humanos, aspirantes o          discípulos, que han experimentado esta tremenda invasión de fuerza          espiritual dentro del corazón y están introduciéndose en las zonas          libres de su Ser, allí en donde la serena          expectación ha reemplazado a la lucha, al esfuerzo y a las          disciplinas y donde, en justa correspondencia, están siendo moldeados de          manera misteriosa –sin que la mayoría de veces sean conscientes de ello–          por aquella Fuerza inmensa procedente del Plano búdico, que realza la magnitud          de su propósito espiritual y llena de dignidad y nobleza cada uno de sus          pensamientos, sentimientos y actos. [5-62]
          Simplemente,          llenando la mente de INTENCIÓN y observando con una ATENCIÓN profunda e          invariable todo cuanto sucede dentro y fuera de nosotros, tratando de          ver las cosas en sí mismas y no a través de ciertas conclusiones          mentales. El instrumento mental sólo ha de utilizarse en este caso como          centro de atención de la conciencia y tratar de perseverar en tal          intento siempre que las condiciones ambientales lo permitan, sin forzar          nunca las posibilidades de la acción y sin perder de vista las          necesidades de las personas que nos rodean y cumplen un cometido kármico          en nuestra vida. No hay que ser impacientes ni presurosos. Adóptese la          divisa del AGNI YOGA; "serena          expectación" y "adaptación tranquila y sosegada" al devenir de          los hechos. Lo demás, los resultados en el orden individual y social, se          darán por añadidura, más allá de las propias decisiones personales.          [5-64/65]
          La          invasión de esta Fuerza superior en el sistema etérico del discípulo, ha          devenido posible únicamente porque éste ha dejado de ofrecer resistencia          a la Vida espiritual y ha permitido que sea el triple FUEGO          de FOHAT, SOLAR y KUNDALINI, una expresión ígnea a escala cósmica de los          centros solares IDA, PINGALA y SUSUMMA, el que realiza el trabajo          infinito de la propia perfección. Insistimos, por tanto, dentro de la          línea del AGNI YOGA, en la estructuración de un sistema de adaptación a          todas las situaciones kármicas, basado fundamentalmente en la serena expectación y en la observación          atenta y sin resistencia de todos los hechos, circunstancias y          acontecimientos que se producen incesantemente dentro y fuera de nuestra          vida individual. La Paz no se halla en el esfuerzo ni en las          mil maneras de disciplinar los avatares de la existencia, sino en el          trabajo sencillo, humilde y sistemático de "ver fluir la vida en todas          sus infinitas vertientes", sin intentar mentalmente variar su curso. Tal          es la regla infinita del AGNI YOGA, el de los discípulos de la          Nueva Era. [5-70]
          
         Fuente: [5-70] Libro          5: Introducción al Agni Yoga, 70 = pág. 70        
 
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