ORGULLO ESPIRITUAL
He aquí a un hombre que hizo muchas cosas duras para su carne. Pasó difíciles pruebas y realizó grandes trabajos, y por la gracia de Dios ha llegado a poseer un hábito de fortaleza y abnegación en el cual, por fin, trabajo y sufrimiento ya son fáciles. Es razonable que su conciencia esté en paz. Pero, sin que lo advierta, la limpia paz de unavoluntad unida a Dios se convierte en la complacencia de una voluntad que ama su propia excelencia.
El placer que habita su corazón cuando hace cosas difíciles, y consigue hacerlas bien, le dice secretamente: "Soy un santo." Luego advierte que otros lo admiran. El placer arde con fuego dulce, devorador. El calor de ese fuego se parece mucho al del amor de Dios. Es un fuego alimentado por las mismas virtudes que nutrían la llama de la caridad. Arde en admiración de sí mismo y piensa: "Es el fuego del amor de Dios".
Confunde su propio orgullo con el Espíritu Santo.
Ese dulce calor de placer se convierte en criterio para todas sus obras. El gusto que encuentra en actos que lo hacen admirable a sus propios ojos, le impele a ayunar, a orar, a ocultarse en la soledad, a escribir muchos libros, a construir iglesias y hospitales o iniciar un millar de organizaciones. Y si tienen éxito piensa que su sentimiento desatisfacción es la unción del Espíritu Santo.
Y la secreta voz del placer canta en su corazón: "Non sum sicut caeteri homines".
Emprendido este camino, no hay límite para el mal que su satisfacción de sí mismo pueda empujarlo a hacer en el nombre de Dios y de Su amor, y por Su gloria. Está tan contento de sí que ya no le es posible tolerar el consejo ajeno... ni las órdenes de un
superior. Cuando alguien se opone a sus deseos, junta las manos humildemente y parece aceptarlo por un tiempo; pero en su corazón está diciendo: "Soy perseguido por gente mundana. Son incapaces de comprender a quien guía el Espíritu de Dios. Con los santos
siempre ha ocurrido así". Después de esto, es diez veces más obstinado.
Cosa terrible es cuando de un hombre así se apodera la idea de que es profeta o mensajero de Dios, o de que le incumbe la misión de reformar al mundo...".
Ese dulce calor de placer se convierte en criterio para todas sus obras. El gusto que encuentra en actos que lo hacen admirable a sus propios ojos, le impele a ayunar, a orar, a ocultarse en la soledad, a escribir muchos libros, a construir iglesias y hospitales o iniciar un millar de organizaciones. Y si tienen éxito piensa que su sentimiento desatisfacción es la unción del Espíritu Santo.
Y la secreta voz del placer canta en su corazón: "Non sum sicut caeteri homines".
Emprendido este camino, no hay límite para el mal que su satisfacción de sí mismo pueda empujarlo a hacer en el nombre de Dios y de Su amor, y por Su gloria. Está tan contento de sí que ya no le es posible tolerar el consejo ajeno... ni las órdenes de un
superior. Cuando alguien se opone a sus deseos, junta las manos humildemente y parece aceptarlo por un tiempo; pero en su corazón está diciendo: "Soy perseguido por gente mundana. Son incapaces de comprender a quien guía el Espíritu de Dios. Con los santos
siempre ha ocurrido así". Después de esto, es diez veces más obstinado.
Cosa terrible es cuando de un hombre así se apodera la idea de que es profeta o mensajero de Dios, o de que le incumbe la misión de reformar al mundo...".
Thomas MERTON
"Semillas de contemplación"
La Divinidad nos bendice siempre.
La Divinidad es en nosotros/as
Somos la Divinidad
Somos Uno
Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
Helena Petrowna Blavastky
"La Espiritualidad más expandida es el AMOR en VERDAD iluminado
con Valores aplicados"
Estelí,Nicaragua.
América Central
(Red Nicaragüense de luz)
( Red Estelí Cultural)
Escuela de escritores http://escueladescritores.blogspot.com
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