10 DIC 2018
ESCRITO POR ANGELES
La navidad es una de las celebraciones más importantes en todo
el mundo. Es un hito importante para nosotros, el final de un año,
tiempo de regalos, festejos, reuniones familiares y –para los cristianos
practicantes- una emotiva fiesta religiosa.
Aunque la Navidad es actualmente época de regalos, de celebraciones y
reuniones familiares, lo cierto es que su origen responde en realidad a otros
factores históricos que involucran al poderoso Imperio Romano, a
ritos paganos y poco tienen que ver con el hecho histórico que conmemoran: el
nacimiento del niño Jesús.
Todos sabemos que el 25 de diciembre se conmemora el nacimiento
de Jesús de Nazaret, pero la verdad es que se desconoce la fecha exacta de
este hecho histórico. El análisis de ciertos fragmentos de los evangelios, así
como de otros documentos de aquella época, han permitido a los historiadores
realizar diferentes hipótesis sobre el nacimiento de Jesucristo. Algunos hablan
de abril o mayo, mientras que otros concluyen que fue en Septiembre u Octubre.
El origen pagano de la Navidad
Aunque normalmente asociamos el origen de la Navidad a los mitos
cristianos y al catolicismo, puesto que representa el nacimiento del
niño Jesús; en realidad, esto es un error, al menos tal y como tenemos hoy en
día aceptada la Navidad.
Precisamente, por esta dudad entre la Navidad pagana y la Navidad
cristiana, hubo un caso en 1990, en el que la junta escolar de Solon (Ohio)
decidió eliminar todas la representaciones de la Navidad en
cualquier ámbito escolar, puesto que era una práctica en contra del Estado
laico de la ciudad, es decir, no respetaba la sepación entre Iglesia y Estado.
Igualmente, la junta perdió el caso porque las familias se oposuieron a que sus
hijos no pudiesen celebrar la Navidad en el colegio, defendiendo que la
práctica de la Navidad era un acto secular y formaba parte de todas las
culturas del mundo. A pesar de que la junta perdiera el caso, sí lograron
eliminar las oraciones y la lectura de la biblia, asociadas a la celebración de
la Navidad.
El origen de la Navidad, no es para nada cristiano. Como lees en el
principio de este artículo, el origen de la Navidad es pagano. La primera vez
que podemos oír hablar de las Navidades celebradas el 25 de diciembre (tal y
como lo conocemos hoy) surgió casi dos siglos después del nacimiento de
cristo por lo que, incluso después del nacimiento del niño Jesús, las
Navidades se seguían celebrando en torno a la figura de Saturno que los romanos
implantaron.
Los romanos celebraban la Saturnalia romana que no era
más que un festival que representaba el solsticio de invierno y honraban al
dios Saturno. Durante esta fiesta, los romanos se alborotaban y por ello, los
pocos cristianos que existían en aquella época, se oponían a estas
celebraciones tan descontroladas. De esta manera se dice que la Navidad surgió
para sustitur la celebración de Saturno, rey del Sol,
que en inglés es “sun”, por lo que se tomó como el nacimiento del hijo de Dios,
que en inglés es “son”. Más tarde, cuando la religión cristiana se impuso
en todo el Imperio Romano, el rey Justiniano declaró la Navidad como unas
fiestas cívicas, aunque poco duró esta compostura, pues en la Edad Media las
fiestas navideñas se convirtieron en días para beber y estar de juerga de la
mañana a la noche.
De hecho, si miramos costumbres antiguas, puede parecer muy raro
celebrar el nacimiento de alguien ya que en los primeros siglos de Iglesia
Cristiana, se solía celebrar la muerte de las personas que eran importantes
y no sus nacimientos.
También tenemos que observar la siguiente cita para darnos cuenta de
que, en realidad, esta festividad no es aceptada en la Biblia.
Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres” (Mat. 15:9). La Navidad no es un mandamiento de Dios — es una
tradición de los hombres. Cristo continuó: “Bien invalidáis el mandamiento de
Dios para guardar vuestra tradición. (Marcos 7:9)
Saturno en el significado de la
Navidad
La Saturnalia se celebraba cuando el sol estaba más bajo en el
cielo y, así, los días se hacían más largos. Eso simbolizaba el
crecimiento. Durante esta época se honraba a Saturno, dios del Sol y del fuego.
También era relacionado con la agricultura, pues esta necesitaba el sol para
poder sembrar y que las cosechas creciesen. El festival de invierno llamaba a
este dios del Sol para que volviese y las cosechas siguiesen creciendo.
El planeta Saturno también toma el nombre de este Dios,
pues sus anillos y el color rojo marcaban esta asociación.
En el resto de las civilizaciones y culturas, también
existía este dios del fuego y del sol. En Egipto lo llamaban Vulcano, los
griegos le llamaban Cronos, los babilonios Tamuz (o Nimrod cuando resucita en
su hijo) y Moloc o Baal para los druidas. Para ellos, todos estos dioses eran
Nimrod, considerado el padre de los dioses babilonios.
Saturno también era considerado un devorador de niños pues, al ser el
padre de los dioses, debía tener un caracter intachable. Llevando el nombre
de Cronos, cuenta la historia que devoraba a sus hijos según
nacían.
Si te estás preguntando por qué consideraban necesario sacrificar
a los niños para adorar a este dios, se debe simplemente a que creían
al fuego como algo divino que limpiaba los pecados y defectos que se pasaban de
manera de generación en generación, por lo que a los niños debían quemarlos
para eliminar estas genéticas.
Nimrod y el significado de la Navidad
Nimrod, además de ser uno de los dioses originales de la historia,
también fue una figura bíblica. En el Génesis se explica que Nimrod trató
de remplazar a Dios. Según él, si Dios intentase ahogar al mundo de
nuevo, construiría una torre muy alta que nadie pudiese alcanzar.
Nimrod se constituye como el primer rebelde de la humanidad que
era adorado por falsas religiones, bajo muchos nombres diferentes.
En el Antiguo Testamento podemos observar muchas condenas de
Dios hacia Israel por seguir falsas religiones y acatar costumbres que
no debían.
El origen del nombre de la Navidad
Como decimos, el nombre de Navidad puede venir asociado a diversos
orígenes. El primero de ellos es por la Natividad, como nacimiento de Cristo;
teniendo en cuenta también, el nombre de la Saturnalia. Pero también surge de
la palabra caníbal, una práctica común en los que adoraban a
Saturno, puesto que el mismo Saturno devoraba a sus hijos.
Santa Claus y la Navidad
Aunque en la edad moderna nos referimos a Santa Claus por San
Nicolás, en una edad anterior, Santa era el nombre del dios Nimrod en Asia
menor. Si lo pensamos un poco, veremos que el centro de las Navidades, en todas
sus etapas, siempre han sido protagonizadas por los niños. Durante los tiempos
romanos, los regalos se daban a niños y pobre; y los druidas sacrificaban a los
niños para el dios que adoraban en estas fechas. De esta misma manera, Nimrod o
el Santa pasado, deboraba a los niños y, hoy en día les reparte regalos.
Igualmente, también debemos analizar la figura de San Nicolás, que
proviene de un personaje llamado “el alegre Nick” o “el viejo Nick”. Si nos
centramos en su nombre, Nick proveine de Nikos que significa
“constructor y destructor”, mientras que “Laos” significa pueblo. Los
nicolaítas (seguidores de San Nicolás) se definen entonces como “el pueblo que
sigue al destructor”, que no deja de ser, de nuevo, Nimrod.
El origen de los regalos de Navidad
El origen de esta costumbre de Navidad se remonta a los romanos cuando,
en Saturnalia, también intercambiaban regalos unos con otros. Y
como ya te suponías, no, esto tampoco es una tradición relacionada con el
cristianismo. Obviamente, durante estas fechas, no hacemos ofrendas a Dios, si
no que nos las hacemos a nosotros mismos en forma de regalos, olvidando
completamente la figura de Cristo. De hecho, según indica la Biblia, el
cumpleaños tampoco debería ser celebrado, porque están siendo, del mismo modo,
egoístas con Dios que hizo nacer al ser humano.
Como indica la biblia, en el momento que los Reyes Magos le
ofrecen obsequios al niño Jesús, es lo que en realidad debería ser la Navidad:
unas fechas para hacer ofrendas a Cristo.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron
del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos,
que ha nacido?… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y
postrándose, lo adoraron; abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes:
oro, incienso y mirra. (Mateo 2:1-11)
De esta manera, nos damos cuenta que las costumbres y celebraciones
que realizamos en Navidad, no tienen nada que ver con un origen cristiano
y, por lo tanto, no es una celebridad cristiana, tal y como sucede con su
origen real.
El origen de la Navidad: El
nacimiento del niño Jesús
Según podemos leer en las escrituras, por las descripciones que nos dan
de aquel día, no es posible que Cristo naciera el 25 de diciembre.
La razón que se explica es que los judíos enviaban a sus ovejas a los desiertos
cerca de la Pascua y estas volvían cuando llegaban las primeras lluvias, que
comenzaban durante el otoño. Cuando Jesús nació, las ovejas pastaban al aire
libre, por lo que todavía no había llegado octubre, por lo que es difícil
encajar al nacimiento de Jesús en el 25 de diciembre y este ha tenido que ser a
finales de septiembre o principios de octubre.
Las escrituras que explican el nacimiento de Jesús, se
recogen en Lucas y así se cuenta:
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus
rebaños durante las vigilias de la noche (Lucas 2:8)
Pero, entonces, ¿por qué asociamos el 25 de diciembre a la Navidad?
Durante la época de los romanos, la Saturnalia se celebraba y todos se
intercambiaban regalos entre ellos. Para esta cultura, el 25 de
diciembre se celebraba el nacimiento de Mitra, el dios iraní de la
Justicia. También el 1 de enero, celebraban el año nuevo decorando sus casas
con luces y dando regalos a pobres y a niños. Para entonces habían adquirido
otras costumbres germánicas y celtas como el tronco navideño, los abetos y la
comida. Estas costumbres eran también las propias del Festival de Navidad.
El 25 de diciembre no fue elegido para la Navidad porque fuese el
nacimiento de Cristo, si no que era la mejor formar de sustituir la Saturnalia,
una celebración pagana que, cuando el mundo eclesiástico se
impuso, debía ser totalmente exterminada.
¿Por qué se celebra el 25 de
diciembre?
La explicación más consistente de los historiadores es que el origen de
la Navidad estuvo relacionado con una serie de decisiones tomadas por los altos
mandos de la iglesia cristiana en los siglos III y IV. Entre
ellas, se considera como la más determinante, la moción del Papa Julio I en 350
para establecer la navidad el 25 de diciembre. Esto fue decretado 4 años
después por el Papa Liberio.
El por qué de la elección de esta fecha se relaciona con la necesidad de
la recientemente oficializada religión cristiana de imponerse sobre los
tradicionales cultos paganosromanos. En diciembre se celebraba -en el gran
espacio ocupado por el Imperio Romano- el culto a Saturno, dios de la
agricultura (principal sustento y actividad económica de estos pueblos).
Las Saturnales se realizaban del 17 al 23 de diciembre, los días más
cortos del año, y luego el 25 de diciembre se consideraba en nacimiento del
nuevo sol.
La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como día
del nacimiento de Jesús como estrategia en su proceso de expansión, en el
que sistemáticamente buscó absorber y fusionar sus celebraciones
con los ritos paganos de los diversos pueblos convertidos.
El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.
De todos modos, la verdadera historia del origen de la navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy bien que así sea.
Os deseamos una feliz navidad de parte de todo el equipo de Sobrehistoria.com
El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.
De todos modos, la verdadera historia del origen de la navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy bien que así sea.
Os deseamos una feliz navidad de parte de todo el equipo de Sobrehistoria.com
Bibliografía:
- Navidad, mito y realidad de
Christoph Schönborn ISBN 978-84-7050-622-2
- Orar y contemplar con el
arte: adviento y Navidad de Luis Fernando Crespo ISBN: 9788428826082
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